miércoles, 11 de noviembre de 2009

L.G.S., L.O.G.S.E. Y L.O.E. Tan parecidas, tan diferentes




No hay duda de que cada una de estas leyes, dentro de su momento en la Historia del ser humano, en general y de la Historia de la educación en particular, procura lo mejor para las personas que tienen necesidad de una educación específica y particular. Dentro de su contexto se ejecutaron las decisiones consideradas óptimas de acuerdo al desarrollo, a la madurez y a la preparación de la sociedad de ese momento.
La sociedad ha cambiado mucho en cuatro décadas y hoy, los avances educativos, las nuevas tecnologías y la mayor responsabilidad de las administraciones estatal, autonómicas y municipales, permiten a las educadores atender a cada persona que requiera ayuda de un modo integral, procurando su pleno desarrollo personal y la inclusión en una sociedad de la que él o ella es protagonista activo. Para ello debe ser capaz de gestionar, controlar y mantener su propia vida utilizando las enseñanzas, los medios y recursos que seamos capaces de proporcionarles, temporalmente o quizás, para toda la vida. Pienso que el que un individuo, pueda desenvolverse con garantías en la vida que él elija, es el fin, el objetivo final de la educación.

A simple vista se observa un mayor número de apartados(crece considerablemente el concepto, el significado se amplía como más tarde aclaro) en la L.O.E., que en las dos leyes anteriores. Parece una ley mucho más completa, a la hora de abordar la escolarización de los alumnos con necesidades educativas específicas. Procura la implicación de toda la sociedad educativa y también del resto, persigue formar más y mejor a cada persona, apuesta por un mayor número y calidad de recursos materiales y humanos. La L.O.G.S.E. que es su predecesora, también parece una ley completa, que indudablemente en su día supuso una revolución. Pero entonces, la vieja L.G.E., ¿Era mala? No. Mi opinión es que fue un pilar, sobre el que hoy se asienta la L.O. E. En el camino la L.O.G..S.E. y otras leyes y decretos han configurado una legislación, la actual, ambiciosa y solidaria en intenciones, pero no sólo de palabras e intenciones vive el hombre. Aquí voy a ser muy crítico afirmando que no se está aplicando bien esta ley. La otra opción sería decir que quizás sea imperfecta, demasiado imperfecta. Sería muy pretencioso por mi parte afirmar algo así, ante la obra de personas muy preparadas que en teoría persiguen la excelencia educativa para todos. Por lo menos puedo afirmar que el resultado, de la L.O.E., ha sido deficiente, en general.

Si nos basamos en el informe de la O.C.D.E. analizando los fríos y objetivos datos estadísticos que nos sitúan a la cola de todas las clasificaciones académicas posibles y tiramos de hemeroteca, para comprobar la cantidad de problemas juveniles de adaptación, casos de violencia (incluso muchos casos de homicidio de extrema crueldad), abusos, robos, agresiones a compañeros y profesores en el aula, etc...se puede calificar la situación de desmadre total. Esto es totalmente objetivo.

Los intereses políticos y las diferencias de criterio entre Estado y Autonomías han restado eficacia al proyecto y han contribuido mucho a esta precaria situación. Aquí podría hacer un tratado sobre esta cuestión, abordando simplemente escasos temas, pero aquí me planto.

Lo anterior quede como una introducción que aclara mi postura sobre estos asuntos y aquí añado mi deseo de un cambio profundo y mi compromiso responsable en la parte que a mi me toca.

Ya centrados en lo que es el comentario del cuadro de más arriba, comento en primer lugar lo que más me llama la atención: La participación de la familia.
En la ley de 1970, no se contempla para nada. En la ley socialista de 1990 se favorece su participación en las decisiones a tomar y por último en la L.O.E. podemos leer la palabra clave: “se fomenta” una mayor participación de la familia. Se comparte el papel educador entre padres y profesores. Lamentablemente el que sea una ley en vigor no significa que se cumpla totalmente (Voy a volver a ser crítico: En la práctica y como ejemplo de algo de lo que hemos hablado anteriormente, los maestros y profesores se quejan en la actualidad, de que los padres delegan demasiada parte de su responsabilidad en los educadores, entre otras cosas por el cambio laboral que ha sufrido la sociedad, en la que habitualmente todos sus miembros en edad adulta, necesitan trabajar).

Si por algo me gustaría que me recordaran, es por ser optimista, por eso paso a explicar algunas de las cosas que claramente han supuesto un avance, a partir de la L.O.E.

Lo que más ha cambiado ha sido el concepto. Se ha ampliado de manera brutal su significado. Cuando hablamos de personas que necesitan una educación específica, hablamos de todas las personas. Cualquiera en un momento determinado puede necesitar este tipo de educación, ese apoyo personalizado y no solamente una persona con deficiencias físicas o mentales determinadas. Las personas que tienen problemas para seguir las clases por venir de otro país con idioma y/o cultura diferente, los individuos que proceden de lugares marginales o familias desestructuradas, a las personas que padecen trastornos de conducta, la que se ha roto una pierna, el alumno superdotado...también son alumnos con N.E.E. Como la persona que no ve, la que no oye, o la que padece un retraso mental.

Este cambio a la hora de interpretar la educación ha supuesto, una óptima y recomendable especialización pedagógica-educativa. La preparación de profesores y maestros en estas cuestiones y la meta de que cada colegio tenga algún día no muy lejano por lo menos un equipo que proporcione un servicio psicopedagógico completo, es una propuesta más que razonable si pensamos en las necesidades que debemos cubrir, y que la L.O.E. puede hacer posible. A todo lo anterior se añade la gran cantidad de medios y recursos que se destinan hacia los objetivos, gracias a esa evolución del concepto, gracias a todo lo que ahora abarca.

Otro de los aciertos de la última ley es la búsqueda de la participación de las personas con N.E.E. en el funcionamiento normal de la clase como primera y gran opción. Si como he afirmado antes, el objetivo es que la persona se pueda valer ella misma y en la sociedad cuando es adulta, y que como todos sabemos, para ello deberá ser capaz de relacionarse con los demás sean cuales sean las limitaciones, lo lógico será que desde la temprana edad escolar sea capaz de trabajar, convivir, compartir, ayudar y como no, reír, discutir y llorar como y con los demás. Esto es vital para su autorrealización completa, por lo que separarlo del resto, más de la cuenta, puede suponer retraimiento o marginación y no ayuda. En los casos que sea posible, la L.O.E. protege al alumno, para que no sea separado nada más que lo estrictamente necesario. La finalidad según la propia ley: “El máximo desarrollo de las capacidades personales, intelectuales, sociales y emocionales del alumno...”solo será real en cuanto el niño o la niña, exploten al máximo la oportunidad de aprovechar la inteligencia colectiva y el resto de los aspectos positivos que le aportarán el contacto y el interactuar con sus semejantes.

Centrándonos en el Currículum, considero que es apropiado el que sea común para todos y que sea tan flexible como para adaptarse a cada ser humano. Cada persona tiene derecho a luchar por adquirir los conocimientos, destrezas y actitudes que son considerados básicos para una correcta formación al mismo tiempo que los demás. No es una gracia que se le hace a una persona concreta, en un momento concreto y de un modo concreto, es su derecho fundamental. La obligación que tenemos todos hacia cualquier individuo es la de ayudarle a conseguir la meta, realizando todas las acciones necesarias que faciliten su labor desde una perspectiva de compensación y de solidaridad. Esta actitud contribuye muy mucho a la normalización e inclusión deseadas.

Para finalizar y como reflexión personal, afirmo que cada ley tiene que suponer un avance respecto a la anterior y eso es posible cuando estos cambios se interpretan de una manera ecléctica, cogiendo lo mejor de cada una de las anteriores y con unas amplias miras de futuro. En este caso los fundamentos parecen sólidos, ahora solamente falta que desde el consenso y la igualdad todos rememos en la misma dirección.
Quiero decir que siento lo mismo que el primer día que pise la universidad en la que afirmé “espero estar a la altura de las circunstancias para ayudar a los demás a sacar lo mejor de si mismos...” Lo que creo que ha cambiado desde entonces,es la cantidad de cosas nuevas que he descubierto que puedo hacer, soy una persona más madura y preparada y me considero un sujeto importante en esta tarea de educar a todos. Además estoy dispuesto desde la humildad a seguir aprendiendo todo lo que pueda.
Mucha suerte.

6 comentarios:

  1. Eso es Amadeo, lo importante es que sigamos formándonos siempre. Formación contínua.

    Un abrazo. Se te echa de menos.

    p.d.:¿Vendréis al Café-teatro?

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  2. Hola Amadeo:
    Comparto tu idea sobre que una ley nueva, no niega la anterior sino que la mejora.
    Como bien dices tu, las leyes se dictan según el momento histórico. Eso no significa que sea "mala" cuando se revisa y se firma el ejecutese a la nueva ley. Simplemente contemplaba la actualidad de ese momento.

    Me ha gustado mucho tu reflexión final. La vida es eso Amadeo: Un recoger experiencias para ser mejor personas, tanto en lo personal como en lo profesional.

    Saludos

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  3. Hola Amadeo!
    Realmente recoger mas y nuevas experiencias no solo nos hacen mejores personas,sino que ademas es el saber el que nos mantiene vivos.
    Saludos

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  4. Hola Juanjo, gracias por tu comentario. Lamentablemente no podremos asistir. Saludos JJ, para Raquel y Jordi también.

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  5. Hola Manuel, celebro que te haya gustado la reflexión. La experiencia nos debe hacer mejores. Gracias por pasar por aquí.

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  6. Hola Cari y Yoli. Además eso, cuanto más sepamos, mejor estammos. Saludos desde sagunto.

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