lunes, 8 de junio de 2009

Freire y sus ideas


“El diálogo auténtico-reconocimiento del otro y reconocimiento del sí en el otro- es decisión y compromiso de colaborar en la construcción del mundo común. No hay conciencias vacías, por esto, los hombres no se humanizan sino humanizando el mundo. En lenguaje directo: los hombres se humanizan, trabajando juntos para hacer del mundo, cada vez más, la mediación de conciencias que se coexistencian en libertad”.


La característica principal de la teoría de Freire es la apuesta por la unión de las conciencias subjetivas en la búsqueda de la transformación del mundo. El diálogo debe derivar en una actitud de lucha y de acción común. La enseñanza debe ser esencialmente concientizadora de masas, y no el mero "aprendizaje" de ciertos contenidos. Se forman y se construyen los hombres mientras forman y construyen libremente el mundo que juntos quieren.
Asumiendo el pensamiento de Freire, cuyas ideas otorgan la máxima importancia a la educación entre y con los hombres y a la relación- hombre mundo, es fácil entender el significado que para el autor tenía humanizar. Humanizarse no es posible si no persigues también la humanización del mundo. No es posible si todos los humanos no tenemos el mismo objetivo. Para Freire, la enseñanza debe ser esencialmente concientizadora de masas, y no el mero "aprendizaje" de ciertos contenidos. Por otro lado la educación de los individuos llega a su máximo punto de eficacia si se realiza en grupo. Para poder contribuir a la humanización, tanto a la suya propia como a la del mundo, que insisto, no es posible realizarlas de manera independiente, el educando debe recibir una educación totalmente contextualizada, una enseñanza abierta, que no omita la vida y experiencias de los alumnos, una forma de actuar que nos permita obtener una educación en valores, una educación verdadera, más cercana, más creíble, más adecuada a la realidad y a las necesidades inmediatas de las personas, a los asuntos que realmente les preocupan. En la actualidad podemos observar como en las aulas se educa sobre temas sociales, políticos, sexuales, religiosos…con relativa normalidad. Los maestros tienen ideologías y creencias propias que intentan transmitir a sus alumnos en general con sanísima intención, ya que enseñan sobre lo que están convencidos. Hoy se puede hablar de casi cualquier cosa en las aulas, aunque esto no siempre ha sido así, ya que durante años los temas mencionados anteriormente eran temas tabú, la gente tenía miedo a opinar si sus pensamientos se encontraban lejos de la realidad impuesta. ¿Dónde está el límite entre lo qué es y lo que yo considero qué es? Esta es la pregunta que en clase tendré que formularme ante ciertas cuestiones para ser justo con la realidad y con el alumno, al cual mis ideas pueden influenciar decisivamente, unas ideas que hoy tengo y que como soy una persona abierta al cambio si es necesario, algún día puedo modificar, con lo que los pensamientos que yo puedo inculcar a los demás en este momento pueden ser muy diferentes a los que tendré en el futuro. Concluyo pues que en estos aspectos que resultan tan fundamentales hay que ir con pies de plomo y es mejor dedicarse a informar y expresar una opinión razonada antes que pretender influir demasiado.

8 comentarios:

  1. ¡¡¡Un saludo de Montessori para Freire!!!

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  2. Buena píldora y acertada reflexión.

    El docente no puede dejar de influir, para bien o para mal. Es algo que no depende enteramente de él, puesto que su voz, se quiera o no, tiene un espesor especial (o una falta de él) que de alguna manera llega (o no llega) a quien escucha. Ciertamente, el ejemplo, no predicado, sino vivido, y no la manipulación, es lo que puede influir beneficiosamente en el discente, siempre y cuando no se le conceda a ese ejemplo una validez absoluta, sino que se presente como una posibilidad razonable que ayude al alumno a buscar su camino en diálogo, no sólo con lo que le llega de la conciencia autorizada del profesor, sino de la suya propia en proceso, así como de otras conciencias y voces.

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  3. Buen apunte, Amadeo, como de costumbre. Creo que has elegido un camino que nos ayuda a matizar muchas cosas. Saludos

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  4. En ciertas asignaturas es casi imposible que las opiniones/creencias/preferencias del profesor no se transmitan al alumno. Incluso en asignaturas tan aparentemente imparciales y cientificas como pueden ser las Ciencias Naturales existen algunos temas, como es el de la evolucion, en donde el profesor puede decantarse de un lado o de otro. Hace poco en el estado de Texas precisamente se debatia sobre ese tema, en donde debia enseñarse tanto la teoria evolutiva como la de la creacion inteligente de la misma forma, algo increible, pero cierto!

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  5. Muy buen post....

    te dejo un saludo...

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  6. Muy buen artículo. El alumno es como una esponja que absorbe, lo que queremos transmitir y lo que no queremos transmitir también. Creo que lo principal en mostrar debería ser la apertura de pensamientos para que los estudiantes piensen por si mismos más allá de lo que uno quiera convencer y asuman una postura ante la vida y los hechos que se suceden día a día. El docente tiene la responsabilidad de colaborar en la formación de la personalidad y no solo de llenar receptáculos vacíos con información y datos de relevancia. Gran tarea la del maestro. Muy buen blog. Te felicito. besos

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  7. Hola a todos, os agradezco mucho vuestros comentarios. Después de unos días de obligaciones estudiantiles, volvemos a la carga. Un abrazo a todos.

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  8. Excelente posición y estoy absolutamente convencida que el docente tiene que formar al alumno más allá de los textos sino seríamos meros trasmisores ya que como decía "EL MAESTRO", enseñar no es sólo transferir y el alumno está deseoso de saber sólo que hay que encontrar el camino de despertar su curiosidad y esa llama no se apagará jamás!
    Docente que se recibió y no vive el mundo deja de serlo en ese mismo momento. Un saludo desde Buenos Aires, San Miguel.

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