viernes, 29 de mayo de 2009

Neill Dixit 2


“La felicidad y el bienestar de los niños dependen del amor y la aprobación que les demos. Debemos estar del lado del niño. Estar del lado del niño es darle amor, no amor posesivo, no amor sentimental, sino conducirse con él de tal manera que sienta que se le ama y se le aprueba”.


Amor. Aprobación. Respeto. Libertad. Bondad. Todas éstas son palabras mayores. Hablamos de la familia, de la influencia directa que tienen sobre los niños, y podemos considerar, que las personas que crecen en un ambiente rico en estas cuestiones suelen ser adultos solidarios, que aman lo que hacen, que son libres y viven como seres libres, respetando a los demás y educando a sus propios hijos en estos valores. No es raro ver a este tipo de personas en asociaciones que procuran por los demás.
Pero, ¿Es sólo la familia la que debe cargar con el peso de la construcción del alma de estos niños, auténticos pilares del futuro? La sociedad debe estimular la formación de seres humanos buenos, acompañando a los progenitores en esta difícil labor.
A pesar del relativo fracaso de la corriente libertaria, con apenas un puñado de escuelas que desarrollen plenamente las ideas fundamentales en las que se basa, el poso, la esencia de la educación en libertad esta en todas y cada una de las escuelas de nuestra sociedad.
Sabemos que existe un día internacional del niño, una jornada que se dedica a reconocer los derechos de los más pequeños. Notamos la influencia de la educación en libertad en la cantidad de actividades extraescolares a las que los niños actualmente tienen derecho, en el poder decidir el estudiar o no religión, en el que se proporcione educación sexual a nuestros jóvenes, en la educación no formal a la que todos pueden (o deberían poder) acceder, la educación popular, en los colegios podemos observar como las tutorías permiten a los niños apoyarse en los maestros cuando tienen problemas o andan algo retrasados en las clases, derecho absoluto a escolarizarse y a desarrollar sus facultades físicas e intelectuales. También tienen voz en el consejo escolar (¿asamblea?) y en las distintas comisiones, Se producen frecuentes reformas educativas buscando mejorar las condiciones de la enseñanza y prestando atención a las necesidades de los estudiantes. Hay que señalar la actual autonomía de los centros de enseñanza como muestra inequívoca del paso eficaz de la escuela libre por nuestra sociedad.
Se procura fomentar la voluntad de los niños en lugar de imponer disciplina y se aboga por la tolerancia.
Como reflexión final: ¿Fracasó realmente este tipo de enseñanza, o, es que al haber cambiado notablemente las circunstancias en la educación, entre otras cosas por la influencia de la propia Escuela Libre, mejorando la realidad, es menos necesaria la revolución defendida por Neill y por los que como él pensaban? Ahí queda eso.

5 comentarios:

  1. Yo creo que tendría que haber una especie de fórmula en la que hubiera disciplina y a la vez tolerancia, pero es casi imposible encontrar el equilibro entre ambas.

    Un saludo

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  2. Sesuda reflexión, Amadeo.

    Yo añadiría, a vuela pluma, un par de cosas. La primera es que los niños deben aprender no sólo a decir o no, sino también a escucharlo.

    Por otra parte, ofreces un punto de vista un tanto idílico. Hablas de si fracasó o no. Una cosa son las ideas y los programas teóricos, y otra, bien distinta por desgracia, la aplicación práctica. Entre las reformas educativas, aparte del sinsentido con que se han venido desarrollando, nos hemos encontrado, por ejemplo y por lo que yo sé, que atañe especialmente a la Comunidad de Madrid, con una progresiva devaluación de la autonomía de los centros y una frivolización de los planteamientos acerca de lo es de más urgente mejora, que muestra una peligrosa tendencia a agarrar al toro por los cataplines, de lo cual es buen ejemplo el anuncio de crear un sistema de puntos o estrellas para premiar el progreso de los centros educativos.

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  3. Estás en cabeza, jodío. O sea que aplícate y sigue deleitándonos con estas reflexiones de las que siempre se aprende. Buen sábado.

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  4. Se lo merece, Froilán. Aunque ya no está sino el segundo.

    ¡Viva Sagunto!

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  5. Hola Pharpe, Juan Carlos Y Froilán. Gracias por pasar por aquí.

    Pharpe: Ya sabemos que ni un exceso de autoridad ni mucho menos un exceso de autonomía lleva a nada positivo en la educación de los niños. Ójala tuviéramos una varita mágica. Mientras tanto intentaremos sobrevivir y hacerlo lo mejor posible.

    Juan Carlos: Efectivamente existe la tendencia de responder ante lo que es urgente y/o está presente en los medios de comunicación y en la opinión pública. Hace falta una serie de planes globales que permita entender y acometer con éxito cada una de las circunstancias que impide que el sistema en general y los centros en particular desarrollen una enseñanza de calidad.
    Froilán: Gracias por tus ánimos. Haré siempre lo posible por aplicarme. La verdad es que mi intención es, desde la humildad, opinar y compartir con los demás mis ideas. Si consigo llamar vuestra atención con alguna de estas, sé que entonces ha sido casi buena.
    Juan Carlos: ¡¡¡Viva!!! y ¡ viva también vuestros pueblos y ciudades!

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