martes, 31 de marzo de 2009

Como son el maestro y el alumno ideal

Maestro:



Características psicológicas:

Estable, constante, paciente, con inquietudes, seguro, previsor, responsable, tenaz, perspicaz, sacrificado, con personalidad, con carácter, justo, equilibrado, que se implique, perseverante, persistente, firme y flexible (según convenga), recto, correcto, fuerte, afanoso, infatigable, activo, incorruptible, moderado, bueno, sin complejos, autocrítico, crítico, optimista, con autoestima, valiente (todos los maestros lo son), digno, autocontrol, actitud, regular, positivo, maduro, astuto, íntegro, resuelto, sensato, transparente, desenvuelto, osado, entusiasta, motivado, agudo


Características pedagógico-educativas:

Instruido, instructor, preparado, serio (pero con sentido del humor), cumplidor, creativo, innovador, capaz, competente, protector, tutor, valedor, aplicado, dedicado, activo, estudioso, observador, director, guía, que ponga de su parte, que arrime el hombro, intuitivo, disciplinado, defensor (de los derechos y de la libertad de los niños), trabajador, que piense en el futuro de los niños mientras lucha día a día por ellos, ejemplar, directo, comprometido, moderno, práctico, pragmático, planificador, impecable, asesor, consejero, vigilante, sabio (lo que uno pueda ser), formador, aptitud, puntual, vocación, conocedor, dominador (de la materia y de las distintas situaciones posibles en el contexto del aula), educador, hábil, dispuesto, avispado, eficaz, con credibilidad, neutral y parcial (según la situación), previsor, sagaz, listo, inteligente (lo que la naturaleza o la providencia haya decidido para ti), vivo, oportuno, que se adapte, cooperador, analista, compensador (de desigualdades), perfeccionista (sin pasarse), progresista y conservador (según convenga), esmerado, diestro, ducho, facilitador, acompañante, experto, avezado, aprendiz (de lo que no sabe), aleccionador, motivador, docto (de lo que tiene que enseñar), procurador, admirable, acogedor, integrador, modelo, laborioso, movilizador, compañero


Características socio-humanas:

Amable, cercano, afable, amigable, sociable, limpio, aseado, ordenado, sensible, comprensivo, comunicativo, dialogante, compañero, generoso, libre, sincero, simpático, integro, leal, decente, decoroso, crítico, fiel (a sus principios), benévolo, agradable, educado, cuidadoso, considerado, diligente, delicado, activo (esta palabra está en varios apartados para resaltar su importancia), humano, amigo, honesto, honrado, hombre de bien, honorable, feliz, soñador, con ideales, respetuoso, tolerante, con valores, ético, cordial, con buena presencia, humilde, prudente, modesto, entregado, abierto, democrático, solidario, atento, cortés, gentil, tratable, alegre, conciliador, afectuoso, discreto, decoroso, verdadero, normal, persona, franco, noble, encantador


Características físicas: Todas. Las que le hayan tocado a cada uno.




Características “entrecomilladas”: Estas características van todas entre comillas, así si

escribo zorro, lo que quiero decir es “zorro”.


Zorro, auténtico, dictador(cuando hay que serlo de acuerdo a la situación), que se gane el pan, adiestrador, domador, entrenador, alimentador, transformador, patrón, encarrilador, encaminador, capitán de barco, conductor, constructor, mostrador, explicador, valorador, líder, libertador, jefe, caudillo, socializador, amaestrador, escuchador-confesor, pastor, deshinibidor, modificador...






Para terminar diría que un punto de mala leche y un punto de ternura (aunque desde mi experiencia de ocho años de entrenador de fútbol de niños- y algunas niñas- de edad comprendida entre los ocho y los doce años, he comprobado que el que haya disciplina y te tengan respeto es bueno, entiendo que debe combinarse con transmitir la sensación de estar con ellos. Deben sentirse apoyados y aprobados y saber que pueden contar contigo, antes que cualquier otra cosa. Una vez llegados a este punto, deben tener claro que no te pueden tomar el pelo, porque ellos lo intentarán tanteando la situación, y de la actitud que el maestro tenga, dependerá en gran medida el éxito o fracaso de la formación de los niños, en la etapa en la que a aquel le haya tocado ser responsable).



Hay algunos conceptos que podría estar indistintamente en uno u otro bloque. La elección siempre ha sido pensando que hablamos de un maestro, por lo que algunas características, en otras personas no encajarían en el bloque elegido y otras ni siquiera estarían en esta clasificación.




Alumno:





Aquí podría haber escrito otra retahíla de características ideales propias de un niño, para “fabricar” el alumno perfecto. Pues no lo voy a hacer por algunas razones:

La primera es que creo que sería un trabajo absurdo y costoso el copiar y pegar algunas de las características de los maestros y adaptar otras para crear el perfil idóneo. En segundo lugar pienso que nuestro alumno ideal es el que nos encontraremos en el aula. Cada uno con sus manías, costumbres, contextos familiares, contextos sociales, contextos culturales, problemas. De distintas nacionalidades y razas...Demasiada variedad y particularidades para seleccionar unas cualidades que sin duda serían excluyentes en algunos aspectos. La tercera es que si yo espero encontrarme un alumno feliz o si debo hacer todo lo posible para que los niños a mi cargo lo sean, es la cuestión que debemos formularnos, porque el que un alumno sea bueno depende más de nosotros que de ellos, porque ellos, son siempre buenos, pero felices y también libres, si no lo son, es porque alguien les ha privado de ese derecho, y situaciones como estas, deben ser objeto de nuestra atención para detectarlas, denunciarlas y luchar para que cambien. En caso de detectar un niño “demasiado feliz”, es decir, que les ruedan bien las cosas a ellos y sus familias económica y afectivamente lo que hay que procurar que el niño aprenda a valorar lo que tiene y que sea bueno con los compañeros que no tienen esa suerte, cosa difícil porque los niños son extremadamente egoístas, maravillosamente egoístas.



Conclusión: El mejor alumno/a es el que tenemos delante, sean como sean él y sus circunstancias. Ese es el ideal. Todos los niños son ideales y no tienen defectos, nosotros podemos hacer mucho para formarlos y así mejorar y cambiar su vida. Debemos mirar un poco más allá y pensar en mañana, el niño que hoy corre y grita y que a veces se comporta mal que algún día tiene que ser una persona adulta, libre y feliz.


Conclusión 2: aquí va la letra de una copla:

“Me gustan los niños que le voy a hacer, me gustan riendo llorando también, jugando con ellos me siento feliz, dejad que los niños se acerquen a mí...”El autor, no lo recuerdo exactamente, es Molina o Valderrama.

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